Con la frente marchita, volver...
Si tuviese la osadía de pensar y contar todas las cosas que han pasado desde que escribí en este sitio la última vez resultaría un esfuerzo cerebral tan grande que mi mente sufriría una reversión, tergiversando lo consciente con lo inconsciente y lo real con lo imaginario. El bucle espacio-tiempo que se crearía no me atrevo ni ha mencionarlo.
Tengo que reconocer que echaba de menos escribir aunque fuesen unas pocas líneas, porque es una sensación difícil de alcanzar mediante cualquier otra acción. La verdad, no consigo entender porqué lo dejo tanto tiempo estancado (como algunas otras cosas), con lo reconfortante que es. No se si es pereza, hastío, escasez de ideas, falta de ímpetu, anquilosamiento manual, agujetas neuronales o vaya usted a saber. La cuestión es, y ante el agradecido apremio expuesto por cierta maravillosa y dulce niña del mar, que vuelven las letras a llenar los horribles huecos provocados por el tiempo en este sumidero.
Estoy hecho un verdadero lío. Mi vida mantiene un extraño equilibrio entre porciones de desdichada inestabilidad y momentos de sosegada calma. No puedo decir otra cosa sino que soy inmensamente feliz teniendo a mi lado a la primera persona a la que he querido de verdad, la cuál me sirve de apoyo para absolutamente todo lo que hago y lo que ocurre a mi alrededor. Sin ella, no podría llevar a cabo ni la mitad de mis ideas, pensamientos y proyectos.
Por otro lado, el mundo allende las fronteras de mi cuerpo...
La Prospe, Octubre del 8
2 comentarios
se me respeten -
cambiando -
a ver si nos vemos de una vez, que ni te he enseñado el coche ni se nada de vosotros.. y ya estoy quedando muy mal :-S
un abrazo