Estuve allí contigo (desenlace)
...un viaje acogedor e inspirador. Con el largo paseo por los interiores del Louvre, con la curiosidad de estar escuchando a más gente hablar español que en la misma Puerta del Sol de Madrid, te acabas de convencer de lo que realmente significa estar en esta enigmática ciudad. Observar sus cuadros y estatuas en los inmensos corredores y galerías es una buena definición de lo que es disfrutar de la historia del arte, llegando al punto álgido cuando te encuentras frente a frente con la Venus de Milo o La Mona Lisa.
Un viaje perfecto por el destino, por las fechas, por el resultado, por el principio, por el final y, sobretodo, por la compañía con la que lo realicé.
Fue perfecto porque estuve allí contigo.
La Prospe, Febrero del 8
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